“De qué le sirve al hombre
ganar todo el mundo si al final desperdicia su vida"
Jesús de Nazaret
Jesús de Nazaret
“Vivir se debe la vida de tal
suerte que viva quede en la muerte"
Teresa de Avila
Teresa de Avila
Yo no sabía
qué significaba eso de "salvar" y menos aún la palabra "alma". Pero luego me
contaron que además de un cuerpo tenemos un alma, que ésta es espiritual, que
no muere jamás y que luego de la muerte
del cuerpo tiene dos destinos posibles por toda la eternidad: salvación o
perdición, eternidad feliz o desgraciada, según cómo uno haya vivido la vida.
El problema era saber cuál es el camino, porque hay muchas formas de vivir la vida y no sabía bien cuál era la conducente a lo que yo pretendía. Con todo empeño ensayé varios derroteros espirituales, pero en ninguno encontraba un camino de salvación. Con todo, no me daba por vencido: Viví entre monjes, viajé a lejanos conventos, escuché coferencias de gurús orientales, escudriñé los libros sagrados de una y otra religión, leí filosofías de todo tipo y sólo logré una terrible maraña de opiniones que me dejaron totalmente confundido.
Pero como no hay mal que dure cien años un día descubrí que el camino que estaba buscando era muy sencillo. Lo encontré en las palabras que el evangelio de Mateo atribuye a Jesús de Nazaret: "Ven, bendito, a recibir el premio que mereces por tu vida. Porque tuve hambre, y me diste de comer;tuve sed, y me diste de beber, estaba de paso, y me alojaste; desnudo, y me vestiste; enfermo, y me fuiste a ver; preso, y me visitaste".
Allí también leí que si dedicaba mi vida a salvar mi alma, la perdería. Que debía descentrarme y olvidarme de mí y concentrarme en la salvación de los demás, en el orden terrenal como en el celestial. Me empeñé entonces en negarme a mí mismo y consagrarme a la felicidad del prójimo, pero no lograba despojarme del egoísmo, que me acompañaba como mi sombra en todo lo que hacía.
En eso andaba cuando me di cuenta de que mi camino de salvación era compartido por muchos hombres y mujeres de buena voluntad que no profesaban fe religiosa alguna. Para ellos Dios, alma inmortal, vida eterna, salvación y perdición son palabras que no tienen significado. Sin embargo, demostraban la misma consagración a la promoción de los más necesitados que los creyentes en alguna religión; el mismo compromiso con la lucha por la dignidad humana, o mayor aún. Evidentemente no los impulsaba ninguna aspiración a una vida trascendente, pero debía haber algún valor superior a ellos mismos que justificara el sacrificio de sus vida. En ese valor que daba sentido a sus actos debía radicar su salvación
Comencé entonces a pensar en la salvación de los seres humanos que no tienen fe en la vida eterna pero creen que hay ciertos valores que llaman a empeñar la propia vida. Lo que te cuento aquí es lo que he alcanzado a barruntar sobre el tema, sin ser un entendido ni mucho menos. No pretendo más que expresar mi parecer, tal vez una burrada. Me animo a hacerlo porque sé que cuento con tu benevolencia.
¿Qué puede significar "salva tu alma" para aquel que no tiene fe en la vida eterna?¿De qué tiene que
salvarse? ¿Cuál es el bien supremo a alcanzar que lo justifica ante sí mismo?
Salvarse significa librarse de la posibilidad de sufrir un mal terrible. ¿Cuál sería ese mal del que habría que librarse para salvar la propia alma, en términos puramente seculares?
Permíteme anticiparte mi opinión: Ese mal terrible sería la frustración total del alma. El bien supremo consistiría en la plena realización de la propia humanidad. A ver si lo alcanzo a exponer claramente.
Pero el alma así entendida no es una realidad
dada de manera completa al ser humano desde que comienza su vida, sino un talento a cultivar, una
potencia o capacidad de ser que uno puede realizar o dejar de hacerlo. Sucede de modo semejante a un hombre que viniera al mundo con
gran capacidad de violinista. Si se ejercita, puede llegar a serlo en forma eminente. Si, por
el contrario, deja enterrada esa capacidad, por indolencia o desinterés, quedará estancado en violinista mediocre.
Uno es ser
humano desde que es concebido, pero lo es sólo como composición de realidad y posibilidad. Esa posibilidad
necesita ser llevada a cabo por la persona misma, no se realiza espontáneamente.
Si la persona no se ocupa de concretarla, quedará en posibilidad, pero posibilidad
frustrada.
Perder el alma es, entonces, malograr la posibilidad de llegar a ser un ser humano de excelencia y quedar estancado en un ser humano pequeño y miserable. Es malograr el talento más importante con que hemos venido al mundo: nuestra propia humanidad.
¿Cuáles son las conquistas que al cabo de sus días hacen que un ser humano pueda sentir que ha alcanzado la salvación terrenal?
Perder el alma es, entonces, malograr la posibilidad de llegar a ser un ser humano de excelencia y quedar estancado en un ser humano pequeño y miserable. Es malograr el talento más importante con que hemos venido al mundo: nuestra propia humanidad.
¿Cuáles son las conquistas que al cabo de sus días hacen que un ser humano pueda sentir que ha alcanzado la salvación terrenal?
Hay muchas
opiniones al respecto. Hay quienes piensan que la propia salvación depende de haber logrado poder, o amores, o riqueza, o
fama, o aplauso, o cargos honorables…Yo tengo mi opinión. Te la cuento sin ninguna
pretensión de originalidad ni mucho
menos.
No creo que dependa de los éxitos en aspectos secundarios de la persona, como ser la realización profesional, o económica, o amorosa, o política, etc. porque son aspectos parciales de la vida y aquí de lo que se trata es de la realización de la persona humana como tal, es decir, de lo que constituye su núcleo esencial y cuyo fracaso invalida todos los éxitos en los aspectos parciales y cuyo buen resultado resta toda la importancia que puedan tener los fracasos en tales aspectos.
Creo que
Luther King es un ejemplo de vida realizada.
¿Por qué? Porque dedicó su vida a luchar por
la libertad y la felicidad de los oprimidos en su país. Al margen de los
resultados de su lucha, que sin duda han sido importantes, vale el propósito
que lo alentó: la intención de hacer justicia al pobre. Supo ser fiel al
llamado de su espíritu cristiano que lo animaba a imitar a su dios, aquel dios que
mereció el elogio del profeta: “Se yergue nuestro dios en la asamblea de los
dioses para hacer justicia al pobre”
Creo que
Iqbal Masih es también un ejemplo de vida realizada
¿Por qué?
Porque entregó su juventud a la causa de los niños esclavos en Pakistán a pesar
de las asechanzas de los explotadores, que acabaron con su vida. Corta pero
magnífica vida. Gracias por tu ejemplo, IqbalNo son los únicos. Podríamos añadir muchísimos otros nombres ilustres y una legión de hombres y mujeres desconocidos que han hecho del don de sí mismos la norma de su vida. Gracias a ellos la humanidad no ha desaparecido de la faz de la tierra.
¿En qué coinciden estos campeones en humanidad? A mi juicio, en que supieron consagrarse al bien de los demás, socorriendo a los pobres, los oprimidos y los excluidos y sacrificando su vida personal por ellos.
Todos ellos perdieron su vida, porque dejaron de lado sus gustos, sus intereses y sus afectos. Murieron muchas veces, pero triunfaron como seres humanos.
No importa si fueron creyentes o materialistas. Lo decisivo es que supieron consagrar su vida a la salvación de los demás, en cualquier aspecto en que el prójimo necesita ser salvado
Y creo que todos ellos, creyentes, agnósticos o ateos, salvaron sus almas de la muerte definitiva porque no eligieron salvarse a sí mismos aunque les costara mil muertes en la vida presente.
Raul Czejer
No te salves.
Lee todo en: No te salves - Poemas de Mario Benedetti http://www.poemas-del-alma.com/no-te-salves.htm#ixzz2MflH5UA2
No te salves.
No te quedes inmóvil
al borde del camino
no congeles el júbilo
no quieras con desgana
no te salves ahora
ni nunca
no te salves
no te llenes de calma
no reserves del mundo
sólo un rincón tranquilo
no dejes caer los párpados
pesados como juicios
no te quedes sin labios
no te duermas sin sueño
no te pienses sin sangre
no te juzgues sin tiempo
pero si
pese a todo
no puedes evitarlo
y congelas el júbilo
y quieres con desgana
y te salvas ahora
y te llenas de calma
y reservas del mundo
sólo un rincón tranquilo
y dejas caer los párpados
pesados como juicios
y te secas sin labios
y te duermes sin sueño
y te piensas sin sangre
y te juzgas sin tiempo
y te quedas inmóvil
al borde del camino
y te salvas
entonces
no te quedes conmigo.
al borde del camino
no congeles el júbilo
no quieras con desgana
no te salves ahora
ni nunca
no te salves
no te llenes de calma
no reserves del mundo
sólo un rincón tranquilo
no dejes caer los párpados
pesados como juicios
no te quedes sin labios
no te duermas sin sueño
no te pienses sin sangre
no te juzgues sin tiempo
pero si
pese a todo
no puedes evitarlo
y congelas el júbilo
y quieres con desgana
y te salvas ahora
y te llenas de calma
y reservas del mundo
sólo un rincón tranquilo
y dejas caer los párpados
pesados como juicios
y te secas sin labios
y te duermes sin sueño
y te piensas sin sangre
y te juzgas sin tiempo
y te quedas inmóvil
al borde del camino
y te salvas
entonces
no te quedes conmigo.
Mario Benedetti
Lee todo en: No te salves - Poemas de Mario Benedetti http://www.poemas-del-alma.com/no-te-salves.htm#ixzz2MflH5UA2
No hay comentarios:
Publicar un comentario